El ministro de Justicia Germán Garavano cuestionó a la procuradora Alejandra Gils Carbó por presuntas demoras en la investigación de la conexión local del Lava Jato -y puntalmente la empresa brasileña Odebrecht-. La diputada Elisa Carrió también reclamó que los datos "no queden solo en manos de la titular del Ministerio Público Fiscal".
El funcionario apuntó que "hubo una decisión muy fuerte del presidente" Mauricio Macri para que se sepa quién recibió sobornos de esa compañía en Argentina. Sin embargo Gils Carbó, ya se había reunido con los privados en el marco de la “Ley del Arrepentido”, que prevé un acuerdo de colaboración con la fiscalía, pero no con autoridades del Ejecutivo.
Los tironeos entre la Procuradora y representantes del Gobierno o aliados se da al comienzo de la campaña electoral para las legislativas, y con nombres cruzados en la investigación. Mientras que el más complicado es el titular de la AFI, Gustavo Arribas, también apareció –por ahora solo mediáticamente- el nombre del ex ministro de Planificación, Julio De Vido.