¿Quién ganó el debate presidencial?
Bregman, Milei, Massa, Bullrich y Schiaretti estuvieron presentes en Santiago del Estero y en esta nota te contamos lo más destacado.
Pasó el primero de los dos debates entre los candidatos a presidente de la Argentina, donde no hubo grandes sorpresas ni un marcado ganador, sino performance más sólidas que otras entre Sergio Massa, Javier Milei, Patricia Bullrich, Juan Schiaretti y Myriam Bregman. De esta manera, la primera reflexión es que de esta primera edición no habría que esperarse grandes cambios en la opinión pública.
Se gastaron todas las balas en la economía de Massa
Uno de los patrones en común fue el de apostar a usar todas o casi todas las posibilidades de derecho a réplica en el primer eje del debate, bajo la consigna económica. Allí, el principal apuntado fue Massa, que se vio acorralado por sus competidores que buscaron exponer una "contradicción" entre un candidato a presidente por un gobierno del cual actualmente oficia el rol de un "súperministro" de Economía, con hasta más protagonismo que el propio Alberto Fernández.
"¿A ustedes les mejoró la vida desde que Massa es ministro de Massa? Seguro que no, si él duplicó la inflación y el dólar está en 800 pesos, no puede hacerse el desentendido de este gobierno kirchnerista", fue la síntesis que hizo Juan Schiaretti. Lo mismo dijo Bullrich, pero con mucha menos soltura y moderación.
Patricia Bullrich tambaleó en economía
Precisamente uno de los puntos más flojos de Bullrich fue el que hace rato se viene mencionando como su talón de Aquiles: el plan económico. La presentación de Carlos Melconian como su eventual ministro no alcanzó para que ella respondiera con soltura las consultas, por ejemplo, de Javier Milei, quien le tuvo que insistir dos veces: "Bullrich, ya dos veces escapó a la pregunta de cómo bajar la inflación y contesta la sarasa 'plan integral'. Acá la pregunta es ¿qué va a hacer con las Leliqs, que es emisión monetaria futura? Le doy otra oportunidad para ver si ahora la contesta".
La respuesta de Bullrich la mostró más acorralada porque en lugar de responderle concretamente, le dijo "a mí no me va a decir lo que tengo que decir". Y continuó enfatizando el problema del déficit fiscal generado por el kirchnerismo.
La problemática económica no es sólo la más destacada en todas las encuestas sino que además es la que puede mover el amperímetro del electorado: Massa, con toda la crisis que afronta y el momento inicial incómodo entre los cuestionamientos de su gestión, pudo colar el anuncio de alguna medida como el de la moneda digital, y tuvo una presentación más sólida que lo beneficia en ese eje de cara a la carrera por el segundo puesto (el que lo meta en un eventual ballotage frente a Milei) que tiene con la candidata de JxC.
También hay que destacar que Massa aprovechó para ratificar su propuesta de "gobierno de unidad nacional" y hasta convocó a los liberales de Milei a sumarse al oficialismo. Fue cuando Milei le recriminaba juntarse con dirigentes radicales, y le negó cualquier tipo de vínculo con su espacio.
El escándalo de Marbella pasó desapercibido en el debate
Con el tema con el cual no incomodaron mucho a Massa fue el escándalo de Martín Insaurralde arriba de un lujoso yate privado en el Mar Mediterráneo, en plena crisis, acompañado de la vedette Sofía Clerici, quien también reconoció salir con Daniel Scioli. Sólo lo mencionaron Myriam Bregman y Patricia Bullrich en un corto pasaje de sus discursos, pero no buscaron confrontar ni preguntarle directamente a Massa por este tema.
Bregman pegó primero y se destacó, pero luego se desconectó
La candidata del FIT fue la que pegó primero y logró hacerse tendencia en las redes cuando le dijo a Milei que "no es un león, es un gatito mimoso del poder económico".
Más allá de eso, le pegó a Massa por ser quien acordó los pedidos del FMI para devaluar, y mostró un discurso muy bien articulado. Incluso muchos expertos de la comunicación destacaron su trabajo gestual. No obstante, su agenda en algunos momentos quedó muy desconectada de la del debate entre el resto: le habló a Schiaretti de un menemismo de hace 30 años y a Bullrich por represiones de la gestión de María Eugenia Vidal, y desaprovechó la réplica a Milei por la represión ilegal en la dictadura.
Schiaretti mostró moderación y coherencia pero abusó de las referencias a Córdoba
En el caso del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, logró llevar su discurso explícitamente dirigido hacia el interior del país, con cuestionamientos a las diferencias que favorecen al AMBA, y prometió un federalismo bajo un gobierno nacional suyo. Se mostró sólido en materia de comunicación, similar a Massa.
Schiaretti tampoco fue blanco de críticas fuertes, ya que su campaña consta de no meterse en las internas entre el oficialismo y la oposición (la grieta). Pero su constante alusión a lo que hizo en Córdoba, y a exponer sus ideas siempre con un anclaje específicamente en Córdoba, lo hicieron hasta blanco de memes en las redes sociales. Las ideas y propuestas del gobernador no podían evitar mencionar siempre a su provincia.
Milei, mucho más contenido
Está claro que la victoria de Milei en las PASO y los pronósticos de las encuestas en general lo muestran como quien tiene mucho más para perder que el resto, ya que es quien tendría asegurado llegar a una segunda vuelta y hasta algunos de los suyos dicen que están cerca de ganar en primera vuelta.
Acostumbrado a verse más verborrágico e irascible, esta versión de Milei fue mucho más contenida, sin exabruptos. Definitivamente buscó polarizar con Massa, aunque sin golpes bajos. Su frase más fuerte fue cuando habló de que "no fueron 30 mil desaparecidos, fueron 8753" en la última dictadura militar.
El único momento donde pareció salirse más del guión fue cuando Bullrich lo acusó de que en la televisión pedía a los gritos que en pandemia no liberaran las clases, algo que muchos destacaron como una posible confusión con otros candidatos. Milei ponía caras de que no lo podía creer, sonreía, y más adelante encaró a Bullrich por el tema económico, donde Melconian y su equipo buscaron en las últimas semanas contrarrestarlo por su idea de dolarizar.
El punto más ilustrativo de la faceta dialoguista de Milei fue cuando le planteó a Schiaretti sumarse a las filas de LLA durante su gobierno.