El oficialismo en Río Negro retuvo el poder. Los sondeos previos ubicaban al candidato de Juntos Somos Río Negro Alberto Weretilneck como indiscutido favorito. Puertas adentro se especulaba con superar el 50 por ciento de los sufragios aunque la contundencia que se esperaba, no fue tal.
En la primera lectura, el gobernador electo aventajó en 18 puntos a su principal opositor, Aníbal Tortoriello de Cambia Río Negro, aunque lejos estuvo de obtener los votos que esperaba. Con el aporte de colectoras y adherentes, obtuvo el 42,1 por ciento de los votos.
Con ese resultado, Juntos Somos Río Negro perdió una decena de bancas en la conformación del parlamento rionegrino que entrará en funciones en diciembre.
“No hay nada de qué preocuparse”, dijeron desde las entrañas del partido que el mismo Weretilneck fundó en 2015. Es que muchos de esos espacios que resignó, quedaron en manos de “listas amigas” que avalaron la candidatura del senador. “Está todo ok” dijeron.
En la última elección a gobernador, en 2019, Juntos Somos Río Negro alcanzó el 52,4 por ciento de los sufragios. La candidata Arabela Carreras, aún en funciones, superó por 17,43 puntos al aspirante opositor Martín Soria (35,21 %), actual Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Lejos, a más de 45 puntos, quedó la candidata de Juntos por el Cambio, Lorena Matzen.
El gobernador electo pergeñó pactos inéditos para la provincia patagónica, tejiendo alianzas con fragmentos peronistas y radicales. Cosechó las esquirlas de las rupturas opositoras que detectó y las sumó a sus filas. La estrategia lo favoreció aunque también dejó secuelas que son dignas de análisis.
“Respaldamos siempre a Alberto (Weretilneck), lo vamos a seguir haciendo, pero no entusiasmó la alianza que trazó con La Cámpora” dijo un militante que aguardaba los resultados en el Círculo Italiano de Cipolletti, donde poco después se desarrollarían los festejos.
Es que, en el marco del “gran acuerdo” que pergeñó el gobernador electo, selló una alianza con Nos Une Río Negro, fuerza que lidera el senador camporista Martín Doñate y que en los comicios del domingo aportó algo más de 38 mil votos al conteo ganador.
Durante los festejos Doñate tomó el micrófono y celebró ser parte de la nueva conducción provincial. Pero luego agradeció “el acompañamiento de Cristina y Máximo (Kirchner)” y un murmullo incómodo se apoderó del escenario deportivo donde se realizaba el acto.
Voces internas de Juntos Somos Río Negro atribuyeron la disminución en el caudal de sufragios al “voto confusión”, algo que favoreció a la colectora peronista. “El votante quería que gane Weretilneck, no le importó si la boleta era verde o azul” dijeron.
La existencia de boletas de dos colores, también aportó al desconcierto. Es que, en el marco del mismo acuerdo que pergeñó Weretilneck, sumó a un fragmento del radicalismo que se desprendió de la coalición Cambia Río Negro. Como no tenía candidatos propios, adhirió a la candidatura oficialista y presentó una boleta con color verde en el tramo de gobernador y vice, y rojo en los aspirantes a las bancas legislativas.
La próxima conformación de la Legislatura será diversa y tendrá presencia de distintas fuerzas políticas. De acuerdo a los datos relevados hasta ahora, con el 95 por ciento de las mesas escrutadas, el parlamento provincial se conformará con seis bloques.
El oficialismo rionegrino contaría con 18 representantes, que podrían sumarse a las bancadas obtenidas por sus socios peronistas y radicales. Los primeros, de Nos Une Río Negro, habrían alcanzado 5 bancas y la UCR 2. Con la sumatoria de esos votos alcanzaría mayoría simple en la legislatura, que cuenta con 46 integrantes.
El partido que propuso a Tortoriello como candidato a gobernador, Cambia Río Negro, obtuvo 14 bancadas y será el principal opositor legislativo. Las otras bancadas quedaron en poder de otro fragmento del peronismo, Vamos con Todos, con cinco parlamentarios y el libertado Primero Río Negro, con dos.