Arde la interna en Juntos por el Cambio
Macri, Larreta y otros referentes del PRO se reunirán para intentar mejorar el clima en el espacio tras los dichos de Carrió.
Todavía en shock, Juntos por el Cambio trata de evitar que las polémicas declaraciones de Elisa Carrió profundicen la grieta interna: la primera consecuencia es la suspensión del encuentro de la Mesa Nacional de JxC previsto para el martes próximo.
“No hay clima para reunirnos”, admitió a Infobae un referente opositor, que opinó que la coalición opositora debería acordar “nuevas reglas de convivencia” para evitar episodios traumáticos como los que originó la fundadora de la Coalición Cívica con sus cuestionamientos a varios dirigentes de Juntos por el Cambio por su relación con figuras del peronismo.
La reunión de la conducción nacional de JxC se iba a realizar por primera vez en la sede del Sindicato de Gastronómicos de Capital, que lidera Dante Camaño, enrolado en el Peronismo Republicano de Miguel Angel Pichetto. Ahora, la dinámica interna de la principal fuerza de la oposición entró en una suerte de congelamiento a la espera de que el paso del tiempo ayude a superar las heridas que abrió Carrió.
Sin embargo, los principales líderes del PRO reanudarán este mediodía los almuerzos organizados por Mauricio Macri desde abril pasado para acercar las posiciones y mejorar el clima interno, pero todo indica que el “efecto Carrió” contaminará el encuentro, que se realizará a las 13 en un restaurante de comida peruana ubicado en Bolívar al 300, en el barrio porteño de Monserrat.
Hace dos meses que estas comidas se habían interrumpido por los viajes al exterior del ex presidente. Ahora, toda la atención estará puesta en qué dirá sobre el episodio: el miércoles pasado, cuando estalló la controversia por los dichos de Carrió, el ex mandatario se mantuvo en silencio y sólo se conoció un mensaje en Twitter de Fernando de Andreis, ex secretario general de la Presidencia en el gobierno de Cambiemos, que fijó su postura, pero invocando también el nombre de Macri: “Algunas declaraciones podrían no ayudar”, sostuvo al tomar distancia de la ex diputada chaqueña y, a la vez, reclamó “cuidar” la coalición opositora para que “no se contamine con relaciones poco claras con el panperonismo”, que es la posición de Carrió y en la que coincide el fundador del PRO.
El ex presidente estuvo ayer en Rosario, acompañado por el vicepresidente del PRO nacional, Federico Angelini, y ante la pregunta de un periodista no quiso dar su opinión sobre los dichos de Carrió: “Lo que le recomiendo a todos los argentinos es que pongamos toda la energía en estar preparados y conscientes de la agenda de trabajo que vamos a tener a partir del 2023 cuando haya un cambio de gobierno”, fue su respuesta. Ante la insistencia de otro periodista sobre el mismo tema, se limitó a afirmar: “Ya respondí”.
¿Durante el almuerzo del PRO se cruzarán nuevamente Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta? Cerca de la titular del PRO creen que el jefe de Gobierno le pidió a Carrió que hablara para perjudicarla: la líder de la Coalición Cívica volvió a apuntarle a Cristian Ritondo, Emilio Monzó y Rogelio Frigerio, pero esta vez relacionó a Bullrich y a Gerardo Milman, su mano derecha, con Sergio Massa.
Por eso la ex ministra de Seguridad estalló y fue la primera en Juntos por el Cambio que criticó a la principal referente de la Coalición Cívica: “Como presidenta del PRO no puedo ver con buenos ojos el espectáculo degradante de Elisa Carrió al golpear a dirigentes de Juntos por el Cambio objetando sus conductas éticas -dijo-. Y esto sin mirar la propia y la de sus aliados. Basta, Carrió”.
Otros dirigentes de JxC, en cambio, intuyen que el propio Macri estuvo detrás de las declaraciones de Carrió: ambos habían estado reunidos poco antes de que hablara en las señales TN y LN+ e incluso “Lilita” reveló que el ex presidente coincidía con ella. La clave que explicaría su posición es el rechazo al diálogo y cualquier acuerdo electoral con sectores del PJ cercanos al Gobierno, que es, en la óptica macrista, el objetivo de Rodríguez Larreta al buscar el 70% del apoyo del electorado para ganar en 2023 y poder gobernar.
Para el larretismo, Carrió busca “posicionarse” como una figura influyente de la oposición, rol que estaba desdibujado, pero con “métodos que ponen en riesgo la unidad” que tanto predica el jefe de Gobierno. Rodríguez Larreta está molesto por la actitud de Carrió y, sobre todo, por haberse metido con cuestiones personales de algunos dirigentes opositores. “Era innecesario”, afirmaron.
Más allá del tema interno, los allegados a Macri aseguraron que durante el almuerzo podría advertir que el escenario que viene en el país es mucho más difícil que el heredado por él cuando ganó las elecciones de 2015 y que, por eso, “es innegociable” lo que hay que hacer para salir de la crisis, que pasa por reformas profundas realizadas con rapidez y firmeza si JxC gana las elecciones de 2023.
A la vez, el ex presidente llamará a reforzar el armado nacional de la oposición para obtener más bancas legislativas, convencido de que el próximo gobierno deberá tener “diputados y senadores que no cedan y sean implacables con la necesidad de un cambio”.