El Gobierno argentino renovará este jueves en Naciones Unidas (ONU) su reclamo por la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, cuando el canciller Felipe Solá exponga ante el Comité de Descolonización del organismo internacional, donde además rechazará la creciente militarización británica del archipiélago.
En sintonía con el lugar prioritario que ocupa la Cuestión Malvinas en la agenda exterior del Gobierno nacional, Solá arribó a Nueva York dos días antes de la nueva sesión del Comité de Descolonización (también conocido como C-24), donde la Argentina espera obtener un fuerte apoyo a su reclamo.
A horas de aterrizar en Nueva York, Solá tuvo una reunión -la primera de una serie de encuentros- con el secretario general de la ONU, António Guterres, a quien le pidió que interceda ante Londres para que la administración de Boris Johnson, "consienta reanudar las conversaciones sobre la soberanía de las islas", según informó el Palacio San Martín.
El encuentro con el Secretario General marcó el inicio de la nutrida agenda oficial de Solá en Nueva York, donde además mantuvo ayer un encuentro con el presidente de la Asamblea General del organismo internacional, Volkan Bozkir.
En esa reunión, Solá buscó "ampliar las adhesiones" a la Argentina en los organismos multilaterales para que se reanuden las negociaciones con el Reino Unido "a fin de encontrar una solución pacífica a la controversia en la Cuestión Malvinas".
La sesión del Comité Especial sobre la Cuestión de las Islas Malvinas se iniciará a las 10:00 en el edificio de las Naciones Unidas.
La intervención del canciller argentino será luego de la exposición de peticionarios británicos y argentinos, y de la presentación del proyecto de resolución a cargo del representante Permanente de Chile, Milenko Skoknic Tapia.
En su exposición, Solá formalizará ante el Comité el rechazo de la administración de Alberto Fernández a la creciente militarización británica en el archipiélago durante los últimos meses, que motivó reiterados reclamos de la Casa Rosada, adelantaron fuentes de la Cancillería.