El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, marcó por primera vez diferencias entre las estrategias de salud pública que se adoptarán en un futuro en la Capital Federal y en la provincia de Buenos Aires. “El doctor Daniel Gollán habla sobre los datos que él ve en la provincia de Buenos Aires. Yo hablo por lo que veo en la Ciudad y mi responsabilidad es velar por la salud pública de la Ciudad”, respondió este viernes en conferencia de prensa cuando le consultaron sobre dichos públicos de su par bonaerense. Y agregó: “Si nosotros logramos que el R baje de 1, vamos a ir desandando las medidas estrictas”.
Sus dichos surgen en momentos donde no son pocos los expertos que empezaron a distinguir el impacto del coronavirus en la Ciudad de Buenos Aires de las consecuencias que provoca en la provincia de Buenos Aires. En la Capital Federal, la curva de casos se mantiene controlada, con 800 nuevos contagios por día. En territorio bonaerense hay un proceso de aceleración vigente y los riesgos son distintos en virtud de las características y la extensión de ese territorio. Por eso, algunos conjeturan que Horacio Rodríguez Larreta aceptó ingresar en esta fase de cuarentena estricta por una cuestión de solidaridad con Kicillof y no por necesidades sanitarias reales.
Diplomático y sin altisonancia, Quirós aclaró que las políticas públicas se continuarán adoptando en forma coordinada con la provincia de Buenos Aires porque el AMBA es un conglomerado indivisible. Pero puntualizó: “La implementación, la táctica, el timing y la forma son jurisdiccionales”. “Dentro de una política pública coordinada, nosotros vamos a proponer las acciones que se adecuan a nuestras necesidades”, completó. Las declaraciones de Quirós se asientan en conversaciones privadas que ya hubo entre miembros del gabinete de Rodríguez Larreta, que coinciden que a partir del 17 de julio hay que empezar a motorizar la economía y habilitar nuevas actividades para una ciudadanía que está cansada, afectada emocionalmente y muy golpeada económicamente. Estiman, además, que el Conurbano bonaerense se encuentra en otro proceso y probablemente aún no esté preparado para dar el mismo paso a partir del 18 de julio.
El factor R -también llamado R0- es un indicador que mide la intensidad de una enfermedad infecciosa. Según detalló Quirós, cuando ese indicador se encuentra por encima de 1, la curva se encuentra en ascenso y es necesario mantener una cuarentena fuerte, estricta. En cambio, cuando el R0 se encuentra por debajo de 1, los gobiernos comienzan a flexibilizar las medidas. El R0 es un estimado que se diseña en virtud de las condiciones de la población. Representa qué ocurriría si una persona infectada entra en contacto con la ciudadanía. El número real de propagación del virus podría alterarse por diversos factores vinculados a cada comunidad. A fines de mayo, ese número en la Ciudad estaba en 1.4. Hoy se encuentra cerca de romper la base de 1.0, aunque en el gobierno porteño son muy celosos a la hora de difundir estos datos para no generar expectativas.
Alemania levantó su cuarentena con un R de 0,6; Italia, con 0,9 y España con 0,8. Son fases en donde si bien continúan los positivos y las muertes causadas por el virus, los científicos concluyen que la “montaña” ingresó en una etapa regresiva. ¿Cuándo se proyecta que será ese momento? De acuerdo a las estadísticas que analiza la Ciudad de Buenos Aires, a la mayoría de los países del mundo les pasó un fenómeno similar: desde el momento que comenzó a acelerarse la cantidad de contagios de coronavirus hasta que la curva regresó a la base pasaron entre 6 y 10 semanas, de ahí que ayer se hicieron cálculos que indicaban que la cuarentena podría extenderse hasta agosto.