“Hay que extender la cuarentena más allá del 23 de abril”. La frase, del gobernador salteño Gustavo Sáenz, refleja una posición que tienen varios de sus pares provinciales, y que se manifestó en buena parte de las intervenciones en la videoconferencia que mantuvieron con el presidente Alberto Fernández el martes por la crisis del coronavirus. El argumento del salteño es que “de nada sirve levantar la cuarentena después de semejante esfuerzo”, según dijo en una entrevista con radio CNN. No fue el único que habló en ese mismo sentido. Omar Perotti, en Santa Fe, dio incluso un paso más. “Todos los gobernadores planteamos la necesidad de continuar con el aislamiento, de ser muy claros en esto, de no volver atrás en un camino que se ha iniciado y ha dado muy buenos resultados”, dijo en su provincia.
De todos modos, Perotti avisó que “el lunes algunas actividades de las últimas que se definieron podrán estar desarrollándose, con los recaudos necesarios que habrá que tomar, con protocolos para poder hacerlo”. “Priorizamos que esas actividades puedan recuperar algo de normalidad, sin perder el resguardo de la salud”, dijo el santafesino, en línea con otros gobernadores que también pidieron que, sin salir de la cuarentena, se liberen actividades claves para la economía de las provincias. En, Córdoba, Juan Schiaretti piensa algo parecido. “El gobernador piensa que los sanitaristas son los que deben decir que hacer, no la política”, le dijo a este diario un funcionario de la administración cordobesa. Algo similar pidió Alberto Fernández este miércoles. “No me corran con la economía. Yo voy a estar tranquilo sabiendo que pude salvar las vidas que pude salvar. Voy a trabajar en ese sentido, no me van a hacer cambiar de opinión”, sostuvo el Presidente en C5N, antes de decir que “estamos muy lejos de la meta”, en referencia al levantamiento de la cuarentena.
Gustavo Melella, de Tierra del Fuego, es otro de los que habló de mantener el distanciamiento social. “No tenemos techo para la cuarentena, creo que hay que extenderla. Hoy por delante hay un bien común que es el sanitario. Mi postura es de mantener la cuarentena, tal vez focalizar en algún sector para dar la apertura. Hay que extender la cuarentena todo el tiempo necesario”, sostuvo ante CNN radio. En la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta considera que la decisión de levantar la cuarentena le corresponde únicamente al Presidente, y que la opinión de los expertos sanitaristas es “la primera que hay que poner sobre la mesa”, antes incluso que las preocupaciones de la economía. “En este contexto es muy difícil de pronosticar lo que puede ocurrir en 15 dias, pero sí se puede saber que la salida de la cuarentena no va a ser pronto, y no va a ser de un día para el otro”, le dijo a Clarín uno de los funcionarios de trato diario con el Jefe de Gobierno.
Rodríguez Larreta está abocado en estos días a desplegar un plan de asistencia para el mayor grupo de riesgo de la pandemia del coronavirus, los adultos mayores, que son el 27% de las personas que viven en la Capital Federal. Esta misma semana, por caso, el Gobierno porteño empieza la campaña de vacunación antigripal de esa población, que esta vez no se hará en los hospitales, sino en otras oficinas del gobierno porteño y de los Centros de Gestión y Participación para mantener al grupo de riesgo lejos de los hospitales que atienden a enfermos de coronavirus. En la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof también se alinea con la idea del Presidente de mantener la cuarentena. En su caso, además del reparto de alimentos y la asistencia a los barrios más vulnerables del conurbano, montó un operativo especial en las rutas a los centros para evitar los movimientos en la Semana Santa.
Esa postura de Kicillof, y también de Rodríguez Larreta, de caminar derecho siguiendo el pulso del Presidente, es algo que se instaló en el resto de las provincias. Por un lado, prima el consejo de los especialistas que dicen que las políticas frente a la pandemia tienen que tomarse de manera coordinada. Pero ese consejo también coincide con los intereses políticos de los jefes de los distritos, que pueden descargar sobre el gobierno central la decisión de mantener la cuarentena que tiene a la economía congelada desde hace semanas y que, según pronostican todos los economistas, provocará una lastimadura histórica en todos los sectores.