No mencionó nunca a la Argentina. Pero el Papa, que asistió hoy a un seminario organizado por el Vaticano sobre "Nueva formas de solidaridad" -que dio pie a un primer encuentro oficial entre el ministro de Economía, Martín Guzmán y la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristlina Georgieva-, le dio hoy un importante espaldarazo a su país.
Al pronunciar un discurso en el aula magna de la Casina Pío IV, sede de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, citando a su predecesor polaco, san Juan Pablo II, recordó que "no se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables" y que en estos casos es necesario "encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y al progreso".
My immense gratitude to @Pontifex for joining our dialogue and for your inspiring words. We fully share your vision that the global economy needs to be more inclusive, more fraternal and should care about our common home, our planet! @CasinaPioIV #Vatican pic.twitter.com/hvRxX52PBw
— Kristalina Georgieva (@KGeorgieva) February 5, 2020
"Las exigencias morales de San Juan Pablo II en 1991 resultan asombrosamente actuales hoy", dijo Francisco, que pasó a citar textualmente un texto de ese año de Karol Wojtyla en la encíclica Centesimus Annus: "Es ciertamente justo el principio de que las deudas deben ser pagadas. No es lícito, en cambio, exigir o pretender su pago cuando éste vendría a imponer de hecho opciones políticas tales que llevaran al hambre y a la desesperación a poblaciones enteras.
No se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables. En estos casos es necesario -como, por lo demás, está ocurriendo en parte- encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y al progreso".