A las 16:40 se apagaron las luces del estadio cerrado y comenzaron a sonar los acordes del Himno Nacional Argentino. Los militantes y candidatos encendieron sus celulares, y vocearon la canción patria mientras encendían las linternas de sus celulares y dos faroles iluminaban dos banderas celestes y blancas colgadas del techo. Cuando el fragmento del Himno se silenció, en la pantalla gigante se proyectó una más grande con el sol que identifica al Frente de Todos en el centro. Entonces se oyó el “vamos a volver” como antes la canción del “Macri ya fue, Vidal ya fue, si vos querés Larreta también”. La imagen y la puesta en escena fue especialmente pensada con la impronta de anteriores campañas de Sergio Massa, que planeó su cierre y logró tener a un agradecido Alberto Fernández a su lado. Justo cuando empezó a sonar esa cumbia de Sudor Marika, “Si vos querés”, ingresó al estadio Malena Galmarini que con dificultad se sentó en la primera fila del escenario con intendentes y candidatos a intendentes, a senadores y a diputados. Su primera salida tras la operación fue para acompañar a su marido Sergio Massa en el acto de cierre de la campaña como primer candidato a diputado nacional bonaerense, candidatura que aceptó tras ceder su precandidatura presidencial. Ella misma dejó para otra oportunidad una candidatura a intendenta y lloró hace poco porque tuvo que dejar 15 días antes la campaña tras ser operada de urgencia por un quiste ovárico. Volvió a lagrimear cuando la nombraron en público.
Hasta último momento no estaba confirmada la presencia de Alberto Fernández. Del acto había hablado con Massa este lunes cuando arrancaron juntos el último tramo de campaña pero tenía que ser estricto para llegar a todas sus actividades del día, el antepenúltimo en el que puede hacer campaña. En Malvinas Argentinas no sólo cerró Massa, sino más de una decena de intendentes de la Primera sección donde el Frente de Todos busca votos de centro, por fuera del núcleo duro y entre los indecisos que pueden inclinar más la balanza. El lunes Massa y Fernández, con el mismo plan, estuvieron en Bahía Blanca y Olavarría, hoy en el estadio Direct TV Arenas y más tarde el candidato a presidente del Frente de Todos hablará en La Plata. El agotador raid de estos días de Fernández apunta a grandes ciudades bonaerenses, las mismas donde Cambiemos puso mucho esfuerzo y donde la elección está más pareja. El acto en Malvinas Argentinas fue organizado por Massa y los intendentes Leonardo Nardini y Ariel Sujarchuk, el local y su vecino de Escobar respectivamente, que abrieron el evento en un atril con el lema de que comenzaron a usar luego del triunfo en las PASO: “Argentina de pie”. Después se fueron sucediendo intendentes de la sección: Gustavo Menéndez, intendente de Merlo que fue anfitrión del primer acto de la fórmula de los Fernández en mayo y Juan Zabaleta, de Hurlingham. Todos hablaron a los más postergados: “Estamos acá por los que no tienen para comprar remedios”, dijo Menéndez, y “por los chicos que van a volver a comer en su casa y no en los merendemos” como dijo Zabaleta en un breve discurso y antes de presentar a Cristina Alvarez Rodríguez, candidata a diputada nacional que a su vez dio el pase a Massa.
Entonces Alberto Fernández apareció en la entrada principal desde donde atravesó todo el estadio por un pasillo central mientras estrechaba manos y y repartía besos y abrazos con la voz de Fito Páez de fondo cantando “Salir al sol”. Como Massa, Fernández pidió: “Ya tenemos que pensar en el lunes 28, nos van a dejar un país muy complicado”. Y enumeró las críticas a la gestión económica de Cambiemos. “Este presidente Mauricio Macri no sé de qué país habla, me gustaría vivir en el país del que habla”, repitió como otras veces irónicamente. Después retomó los temas de los que habló en toda la campaña y más sintéticamente en los debates: la educación pública, la salud, las vacunas, la “uberización del trabajo”. “No tienen vergüenza, son unos descarados” , alzó la voz cuando hizo referencia a enferemedades que reaparecieron. Y continuó: “Nosotros no somos como ellos, nacimos un 17 de octubre del 45 con la enorme felicidad de ir a reclamar la libertad de un hombres que se había ocupado de darle derechos a los que no los tenían, lo único de lo que puede ocuparse un peronista es de ampliar los derechos de la sociedad”, arengó mencionando a Juan Perón y con una alusión al “ellos” que usó Macri pero a la inversa el domingo pasado en el segundo debate.
La otra señal que dio Fernández fue, sutil, contra la grieta. “Tenemos que abrazarnos con el otro, ir a buscar a todos los argentinos, no es verdad que estamos condenados por la realidad” , propuso y cuando parecía que ya había terminado de hablar volvió a los micrófonos. Al igual que quienes lo precedieron en la palabra convocó a invitar a otros a votar. Es casi la misma estrategia de Macri que viene estimulando la mayor participación en las elecciones con la convicción de que quienes no votaron el 11 de agosto podrían ayudarlo a entrar al balotaje. Fernández hizo lo mismo. “Terminemos este tiempo llenando las urnas de votos. Llamemos a votar a todos nuestros amigos, a todos nuestros vecinos”, arengó. Y por segunda vez (ya lo había hecho frente a estudiantes secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires), usó lenguaje inclusivo y convocó a todos, a todas y a “todes”. Mientras le cantaban “a volver” se abrazó fuerte con Massa, los dos muy sonrientes. Y luego con los intendentes que estaban sobre el escenario, entre ellos Javier Osuna, de Las Heras; Gabriel Katopodis, de San Martín; Luis Andreotti, de San Fernando: Mario Ishii, de José C. Paz; Francisco Echarren, de Castelli; el candidato de Pilar, Federico Achaval y el cuñado de Massa, Sebastián Galmarini. Hubo muchos más abrazos entre quienes fueron adversarios durante los últimos cuatro años y muchas selfies con Malena Galmarini, la última en bajar del escenario tomada del brazo de Cristina Alvarez Rodríguez.